En el corazón de Buenos Aires, donde alguna vez estuvo la quinta de Nicolás Rodríguez Peña, el Hotel Palladio Buenos Aires MGallery ofrece una experiencia única que fusiona historia y gastronomía.
“Este es un evento que hace mucho que venimos queriendo hacerlo y bueno, finalmente este año lo logramos”, explica Paula Carracedo, encargada de Marketing del hotel, al dar la bienvenida a los asistentes de Sabores con Historia.
Sabores con Historia en un hotel que preserva la memoria
Ya desde la entrada del recinto un auto de colección, que remite a las primeras décadas del siglo XX, recibe a los participantes. El lobby del hotel se llena de entusiasmo, hasta que se produce el llamado para acceder al maravilloso salón de espejos, con nobles molduras de escayolas y de madera, talladas a mano, reflejo de distintas capas estilísticas que remiten a la arquitectura academicista francesa.
La actividad cuenta con dos protagonistas excepcionales: María del Carmen García, licenciada en Historia, y Vanesa Ivanoff, especialista en té que preparó una selección de blends exclusivos para el hotel. “Esta charla va a tener dos momentos”, adelanta García. “Vamos a viajar muy lejos en el tiempo, a los tiempos revolucionarios de 1810, y luego a la Buenos Aires de la Belle Époque, esa Buenos Aires glamorosa que se sentía semejante a París”.
La tarde ha congregado a más dde 40 personas, la mayoría de ellas mujeres, aunque los hombres no faltan a este evento. Todos se han reunido a disfrutar de una experiencia de sabores exclusivos en uno de los recintos que, durante la restauración y construcción del hotel, se preservaron: el salon que en otras épocas recibiría a quienes decidieron el destino de la ciudad y de aquel Virreinato del Río de la Plata que estaba por extinguirse.
En el foyer del salón, muchos aprovechan hacerse la foto del recuerdo. Cuando están todos acomodados en sus mesas el servicio de té comienza, acompañado por sanduchitos salados y otros canapés. Todo está hecho por el propio hotel, que se destaca por su Negresco Bistró, uno de los restaurantes de hoteles mejor evaludos en distintas páginas de huéspedes. Es entonces cuando comienza la proyección de imágenes que llevan a los asistentes a finales del siglo XVIII.
La burguesía porteña, sabores y saberes
El recorrido histórico comienza en 1790, cuando Buenos Aires dejó de ser “el confín del Imperio Español” para transformarse en capital del Virreinato del Río de la Plata. García describe cómo la burguesía criolla, dedicada al comercio de cuero y cebo, comenzó a desarrollar una vida social sofisticada en torno a las famosas tertulias coloniales. “Estas tertulias servían para alianzas matrimoniales y, las más importantes entre 1800 y 1810, eran las alianzas políticas”, explica la historiadora.
La charla revela historias fascinantes, como la de Mariquita Sánchez de Thompson, quien desafió a su familia para casarse por amor con su primo Martín Thompson. “Necesito la autorización porque mi honor y mi reputación lo requieren”, escribió aquella aguerrida mujer al Virrey, evidenciando su carácter revolucionario. Esta misma mujer más tarde albergaría en su casa el primer canto del Himno Nacional Argentino.
El momento culminante del relato histórico ocurre en el espacio donde funciona actualmente el Hotel Palladio: la quinta de Nicolás Rodríguez Peña y de su esposa Casilda Igarzábal.
“En este espacio, en este lugar, en la noche del 19 al 20 de mayo, se reúne la legión de los siete y comienza la conspiración” que desembocaría en la Revolución de Mayo de 1810, relata García con emoción. Junto a Moreno, Belgrano, French y Beruti, Rodríguez Peña fue parte fundamental de ese grupo que “estaba militando la independencia”.
Té del Palladio, sabor propio que acompaña al patrimonio
Mientras los asistentes degustan exquisita pastelería, Vanesa Ivanoff presenta el blend especial creado para el hotel: Moretto, un té negro con trozos de peras, canela y cascarillas de cacao.
“Necesita un té que sea lo suficientemente astringente para poder limpiar el paladar”, explica la especialista, quien destaca además la sutileza fragante de las almendras tostadas. “Los maridajes se pueden dar por similitud, por oposición o por regionalidad, y cada vez que elijo una pareja perfecta tiene que ver con esto”.
La experiencia sensorial se completa con una reflexión sobre el arte de degustar. “Traten de oler todo lo que están comiendo, de lo que consumen”, invita María. “Tenemos cinco gustos básicos, pero si solamente nos limitamos a estos cinco, nos estamos perdiendo todo el perfil aromático de lo que consumimos”. El Moretto resulta ser la elección perfecta para acompañar los alfajorcitos y la pastelería del hotel, limpiando el paladar entre bocado y bocado.
Belle Époque: la impronta del urbanismo francés en las avenidas de Buenos Aires
La segunda parte transporta a los asistentes a la Buenos Aires de la Belle Époque, cuando la generación del 80 decidió “terminar con el pasado colonial y tomar esos aires que vienen de Francia”. Torcuato de Alvear, el primer intendente de la ciudad, transformó radicalmente la fisonomía urbana, demoliendo la Recoba colonial y abriendo la Avenida de Mayo.
“En 1894 se inaugura la Avenida de Mayo y 15.000 personas asisten a la inauguración”, describe la historiadora, mostrando imágenes de una Buenos Aires que imitaba los bulevares parisinos. No sólo en las costumbres que aspiraban a ser cosmopolitas sino en la propia gastronomía, tal como se observa en el delicado servicio que acompaña la experiencia.
También se describen los días de la extensa celebración del Primer Centenario de la Independencia y la relevancia, casi giratoria en términos históricos, que volvió a tener el predio de los Rodríguez Peña, durante la visita de la Infanta española.
La avenida Callao se transformó en un eje de la clase poderosa, desde el Congreso de la Nación hasta Recoleta, en donde la Casa Rodríguez Peña persistió como un centro de poder político y social. Con el paso del tiempo esa huella consiguió hacerse espacio en un proyecto hotelero que hoy está certificado como Hotel Sustentable por la AHTRA, entre otras cosas por conservar la memoria y los valores de la comunidad en la que está emplazado.
Un hotel que brinda experiencias únicas
La propuesta del Hotel Palladio logra algo poco común: hacer que los comensales “descubran aquellos rincones que pasan delante nuestro desapercibidos”, como señala María del Carmen García al inicio de su charla. La combinación de historia, gastronomía y la atmósfera del hotel crea una experiencia memorable que conecta el presente con el pasado revolucionario de Buenos Aires.
Una nueva edición de Sabores con Historia se realizará el próximo sábado 1° de noviembre a las 16 horas en el Hotel Palladio Buenos Aires MGallery. Se trata de una oportunidad única para “revelar esos rincones silenciosos que formaron y forjaron nuestra historia”, mientras se disfruta de una selección de tés premium y pastelería de autor en un lugar que fue testigo privilegiado de los acontecimientos que cambiaron el destino del país.
PARA MAYOR INFORMACIÓN
Dirección: Av. Callao 924, Buenos Aires, Argentina, 1023
Móvil: +54 911-4700-7500
Email: recepcion.palladio@accor.com
Agradecimiento especial a Paula Carracedo y a Mazalán Comunicaciones
