El complejo de carne y cueros bovinos en Argentina viene registrando un volumen récord de exportaciones, incluso en un 2023 marcado por desafíos climáticos y fluctuaciones económicas.Este logro no solo ha reforzado la posición de este complejo en el comercio internacional, sino que también ha brindado un alivio a la economía en medio de una escasez de divisas.
La sequía tuvo un impacto significativo en la agroindustria. Uno de los sectores que experimentó cambios fue la ganadería, donde la falta de pasturas llevó a un aumento en el número de animales enviados a faena, un fenómeno atípico en comparación con años anteriores.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, un análisis detallado de la faena revela que, en los primeros ocho meses de 2023, se sacrificaron más de 9,8 millones de cabezas de ganado, la cifra más alta desde 2009. Este incremento en la faena también se ha reflejado en un aumento en la participación de hembras en el proceso, lo que sugiere patrones de liquidación en el sector.
A pesar de enfrentar este y otros desafíos, el complejo de carne y cueros bovinos se ha destacado en el panorama de las exportaciones. En los primeros ocho meses del año, este complejo contribuyó con cerca de US$ 2.500 millones a las reservas de divisas del país.
El volumen de toneladas de carne despachadas en el período enero-agosto estableció un récord histórico en los registros. Sin embargo, es importante destacar que, a pesar de este logro, el valor de las exportaciones muestra una caída del 17,7% en comparación con el mismo período del año anterior, debido a una marcada disminución de los precios FOB promedio del complejo.
A pesar de la caída de precios, más de la mitad de las exportaciones de este complejo en valor tuvieron como destino principal China, con más de US$ 1.263 millones sobre un total de US$ 2.437 millones en el período enero-agosto de 2023. También se destacan las exportaciones hacia otros destinos como Alemania, Países Bajos, Israel, Estados Unidos, Chile y Brasil.
Carne dentro del fenómeno global
La caída de precios experimentada por el complejo de carne y cueros bovinos no es exclusiva de Argentina, sino que se extiende a nivel internacional. Se atribuye en parte a un aumento en la oferta de ganado en importantes países productores y a la moderación de la demanda de importaciones, especialmente en el norte de Asia.
A pesar de esta caída, el índice de precios de carne bovina de la FAO se mantiene un 5,8% por encima del promedio de los últimos 5 años. Esto indica que, a pesar de los desafíos actuales, el sector sigue siendo competitivo en el mercado global.