Las empresas argentinas proyectan un incremento anual del 136% en las remuneraciones de sus empleados para lo que resta del año 2023. Los datos surgen de la última edición de la Encuesta de compensaciones, beneficios y talento de PwC Argentina, y evidencia que cada vez más empresas ofrecen beneficios adicionales a sus colaboradores, al punto que, de todas las empresas que otorgan paquetes de beneficios, casi el 60% ya cuenta con este tipo de políticas, con foco en salud y flexibilidad laboral, entre las alternativas más valoradas.
En cuanto a las evoluciones salariales, las empresas que participaron de la encuesta del segundo semestre de 2023, reportaron una evolución salarial del 57% durante el periodo comprendido entre febrero y agosto de 2023 y a la fecha de corte del reporte, contaban con ajustes salariales aprobados para todo el 2023 que ascienden a un 122%, cifra que, según el sondeo, puede seguir aumentando en función de ajustes pendientes de aprobación y que se proyecta en un 136% promedio.
En este sentido, en los últimos periodos se destacó la evolución salarial de las áreas de Logística y Suministros y Sistemas, donde las empresas buscan ser más competitivas, alcanzando un 58% en el semestre. Y en cuanto al promedio de sueldo base por puestos, se observa una evolución salarial en todos los niveles jerárquicos, pero fundamentalmente en las posiciones correspondientes al nivel superior (directores) y nivel medio (jefes y supervisores).
“Estamos transitando un año desafiante marcado por el escenario electoral y una fuerte incertidumbre económica en donde las empresas intentan adaptarse a los cambios y mantenerse productivas. Esta coyuntura, implica para las áreas de Recursos Humanos el desafío de buscar soluciones innovadoras para sostener la competitividad de los salarios en un mercado caracterizado por la demanda de profesionales calificados”, afirmó Damián Vázquez, socio de PwC Argentina líder de Managing Consulting.
Entre las industrias más competitivas del mercado salarial, se destacan los incrementos registrados durante los últimos seis meses en Agro, Insumos Industriales, Química, Petróleo y Energía y Alimentos y Bebidas.
Si de ajustes y proyecciones se trata, son pocas las organizaciones que, transitando el tercer trimestre del año, pueden ostentar un presupuesto cerrado en materia de salarios para el ejercicio 2024. Debido a la poca previsibilidad respecto de la inflación y a que el 2023 es un año electoral, la mayoría prefiere esperar señales que les permitan obtener alguna certeza en la proyección. A fines del primer semestre del año, el 61% de las compañías consultadas debió implementar ajustes por encima de lo inicialmente estimado, otorgando cuatro o más incrementos a lo largo del año.
Por otro lado, los pagos en moneda extranjera son una estrategia de retención en áreas y sectores clave, especialmente los tecnológicos, fuertemente impactados por el mercado internacional. De acuerdo con un sondeo realizado a fines de junio, el 23% de las empresas consultadas otorga pagos en moneda extranjera, especialmente aplicados a posiciones de nivel superior: directores y gerentes, versus el 14% que en 2022 implementaba esta alternativa. Si bien se menciona mucho este punto en el mercado, no es una práctica que pueda ser aplicada por la mayoría de las empresas debido a regulaciones, disponibilidad de recursos e instrumentación del beneficio.
En cuanto al tema de bonos, que constituyen una solución atractiva para sostener la competitividad del salario, el 88% de las organizaciones utilizan este recurso. La mayoría (97%) otorga este beneficio al nivel superior, conformado por directores y gerentes, en tanto que el 86% lo brinda al nivel medio (jefes, supervisores, coordinadores y líderes de equipo) y el 70% al nivel inferior (analistas o empleados administrativos, entre otros).
“En nuestra Encuesta analizamos la evolución de los salarios y otros activos que conforman la oferta para compensar el trabajo de las personas y esta mirada ya no puede solamente limitarse al aspecto económico, sino que debe haber una proyección integral donde se destaque el capital humano como el principal creador de valor de las organizaciones”, agregó Mariela Rendón, senior manager de People & Organisation de PwC Argentina.
¿En qué consiste la Propuesta de Valor al Empleado (PVE)?
Es una herramienta que permite combinar los atributos que tanto los colaboradores como el mercado laboral valoran y lo que una organización puede ofrecer, es decir, es la suma total de lo que experimentan y reciben las personas mientras son parte de una organización. Su importancia radica en que orienta al área de gestión humana en los diferentes procesos, aumenta los niveles de satisfacción y motivación de los empleados y por lo tanto, su compromiso y permanencia en la empresa, así como también para atraer a los mejores talentos.
Una propuesta de valor atractiva genera procesos de atracción y selección más ágiles, mejora el desempeño de los colaboradores, reduce la rotación, todo lo cual redunda en beneficios para los empleados y para la empresa. En este sentido, la encuesta reveló que el 72% de las empresas participantes afirma tener una PVE desarrollada. De este grupo, el 39% considera que su PVE es muy atractiva tanto para los colaboradores actuales como para atraer talento del mercado.
Dentro de los desafíos de agenda de las organizaciones cada vez hay más consenso respecto de integrar factores ESG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) a la estrategia de negocio y avanzar hacia un modelo económico más sostenible. Conscientes de esta demanda, las empresas están respondiendo con diversos enfoques. Uno de ellos es la inclusión de objetivos ESG en los paquetes de remuneración del nivel ejecutivo. Se trata de una práctica que se consolida especialmente en las compañías que cotizan en bolsa para responder a las exigencias de inversores que reclaman más transparencia y evidencias fundadas en indicadores de rendimiento.
El cierre de este sondeo se realizó en la fase final de una campaña electoral caracterizada por propuestas muy diferentes y muy pocas certezas del rumbo que seguirá la economía del país a partir de 2024. No obstante, el sector empresario se muestra optimista para sostener sus expectativas de empleo, mientras se enfoca en fortalecer su capacidad de gestión, para afrontar un período que, hoy en día, no se vislumbra con claridad.
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