Un relevamiento entre 501 empresas muestra que, hasta julio de 2024, los incrementos salariales superaron la inflación (101% vs 87%). Según el último relevamiento de la encuesta TISA, realizada por Mercer, consultora global líder en recursos humanos, las empresas argentinas continúan ajustando a la baja sus presupuestos de incrementos salariales, reflejando una tendencia de desaceleración en las proyecciones inflacionarias.
En el estudio se observa que el presupuesto anual de incrementos salariales para el mercado general en 2024 se sitúa en un 154%, mientras que para 2025, este valor se reduce aún más, ubicándose en un 65%.
Ajustes salariales en 2024: tendencias y criterios predominantes
Las empresas adoptan diversos criterios para definir los incrementos salariales. Un 57% de las compañías considera una combinación de factores para determinar los aumentos, mientras que un 16% traslada la inflación en su totalidad (100%). Otro 16% se basa exclusivamente en las condiciones del mercado, un 7% aplica lo establecido en los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT), y un 5% traslada la inflación de manera parcial.
En cuanto a la aplicación de estos aumentos, el 87% de las empresas los realiza de manera uniforme para toda la población laboral, mientras que un 13% opta por incrementos selectivos, enfocándose en niveles jerárquicos, talentos clave o áreas específicas.
Expectativas de inflación y ajustes
Las proyecciones de inflación privada han disminuido significativamente, ubicándose en 142% (Latin Focus – agosto 2024), mientras que las empresas prevén una inflación del 148% para el cierre de 2024. Esta reducción en las expectativas inflacionarias ha influido directamente en la disminución de los presupuestos de incrementos salariales para los próximos años. De hecho, la proyección de incrementos salariales para los trimestres 3 y 4 de 2024 presenta una leve disminución en comparación con el relevamiento de julio (TISA #7).
Además, un 15% de las empresas ha adoptado una estrategia para asegurar incrementos anuales por encima de la inflación, mientras que un 31% se encuentra evaluando esta posibilidad. Sin embargo, el 54% restante no contempla esta estrategia en sus planes. En cuanto a la dispersión de incrementos salariales entre industrias, el relevamiento muestra una disminución en la brecha entre los máximos y mínimos, pasando de 59 p.p. en la edición anterior a 40 p.p. en esta última.