La inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de transformar la economía global de forma significativa según el nuevo informe de PwC, Value in Motion. De acuerdo con el estudio, la adopción responsable y a gran escala de la IA podría incrementar el PIB mundial hasta un 15% en los próximos diez años, lo que representaría un crecimiento comparable al de la Revolución Industrial del siglo XIX.
El informe, que se basó en un análisis de escenarios y datos económicos globales, destaca que este impulso económico no está garantizado y dependerá de factores clave como la confianza de los consumidores, la cooperación entre sectores y una gobernanza clara y responsable.
En un escenario optimista, la IA podría generar un crecimiento del 15% del PIB mundial, sin embargo, en contextos de menor confianza y colaboración, ese impacto se reduciría al 8% o incluso al 1% en un escenario pesimista.
Adicionalmente, el informe señala que la presión para que las empresas se reinventen es la más alta en los últimos 25 años, afectando a 17 de los 22 sectores globales analizados. Solo en 2025, se estima que 7,1 billones de dólares en ingresos podrían cambiar de manos entre empresas como resultado de esta transformación.
En este sentido, Roberto Cruz, socio de PwC Argentina responsable de la práctica de IA e Innovación Digital aseguró que “la IA no solo puede impulsar el crecimiento económico, sino también redefinir la forma en que los sectores interactúan y satisfacen las necesidades de las personas. Pero para lograrlo, es fundamental que su implementación se base en la confianza, la ética y la colaboración entre actores públicos y privados.”
El informe también advierte sobre los riesgos de no actuar con responsabilidad, destacando que los beneficios de la IA solo se materializarán si se abordan adecuadamente los desafíos sociales, regulatorios y tecnológicos. Es por ello que se destaca que los riesgos climáticos físicos podrían causar una contracción de la economía mundial del 7% en 2035.
El informe concluye además que el crecimiento de las compañías dependerá de cómo se gestionen los riesgos asociados y de la voluntad colectiva para construir un ecosistema digital inclusivo y sostenible.
Para más información, puede leer el informe completo aquí