Arabia Saudita anunció que construirá uno de los aeropuertos más grandes del mundo en Riyadh. Tendrá seis pistas paralelas y espera contribuir con 7.180 millones de dólares anualmente al producto bruto interno no petrolero del país. Esta es una nueva apuesta del Reino por desarrollarse y posicionarse como centro mundial para el comercio y el turismo.
Así, se impulsará el tráfico anual de pasajeros, que pasará de 29 millones a 120 millones para 2030 y 185 millones para 2050. Además, la cantidad de aviones pasará de 211.000 a más de 1 millón por año y tendrá capacidad para procesar 3.5 millones de toneladas de cargas para el 2050.
Todo esto lo realizará de una forma consciente y con la sustentabilidad como eje principal: incorporará iniciativas ecológicas de vanguardia y utilizará energía renovable. Esto hará que reciba la certificación LEED Platino. Todo esto ofrecerá una experiencia de viaje fluida para los clientes, con operaciones eficientes e innovación.
Este es un nuevo paso para Arabia Saudita en su búsqueda por transformar y desarrollar Riyadh. El objetivo es claro: estar entre las diez ciudades con economías más importantes, promover el crecimiento de la población y continuar estimulando el empleo (se estima que el nuevo aeropuerto creará 103.000 puestos de trabajo directos e indirectos).