La industria del biodiesel en Santa Fe puede transformarse en la quinta jugadora a nivel mundial. El objetivo, lejos de ser ambicioso, está al alcance de la mano. Según revelaron los técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), no hacen falta inversiones, sino políticas sostenidas en el tiempo, que permitan mayor previsibilidad y una mejor dinámica industrial.
El dato se desprende como uno de los puntos destacados de la Agenda de Asuntos Públicos, el documento elaborado por las bolsas de comercio de Rosario y Santa Fe, presentado a los principales candidatos de la contienda electoral. Según se menciona allí, la provincia posee todo lo necesario para convertirse en uno de los principales jugadores a nivel mundial en la producción de biocombustibles. Pero para lograrlo, se requieren políticas sostenidas y cambios en la legislación actual.
El rol de los biocombustibles en la lucha contra el cambio climático es incuestionable. Reducen las emisiones de dióxido de carbono y ofrecen una alternativa más sostenible y amigable con el medio ambiente en comparación con los combustibles fósiles tradicionales. En este contexto, Santa Fe se posiciona como un recurso invaluable, dado que cuenta con el 80% de la capacidad productiva de biodiesel en Argentina.
Lo más sorprendente es que, si Santa Fe aprovechara al máximo su capacidad productiva, podría alcanzar el quinto puesto entre los principales productores de biodiesel en el mundo. Lo más destacable es que la infraestructura necesaria para alcanzar este objetivo ya existe, al igual que el volumen industrial. La provincia cuenta con los “fierros”, es decir, los recursos y la tecnología necesaria para dar un salto cuantitativo en la producción de biocombustibles.
Sin embargo, no todo es tan simple como parece. Para materializar esta visión prometedora, se necesita una serie de políticas coherentes y sostenibles que se mantengan en el tiempo. La previsibilidad es clave para atraer inversiones y fomentar el crecimiento de la industria del biodiesel en Santa Fe. La dinámica industrial necesita un ambiente propicio que permita a los actores del sector planificar a largo plazo y realizar inversiones estratégicas.
Dos aspectos fundamentales que deben abordarse son las tasas de corte de biodiesel en el diésel y el bioetanol en las naftas. Mejorar estas tasas es esencial para impulsar la demanda de biocombustibles y garantizar su participación efectiva en el mercado. El gobierno provincial y nacional deben trabajar en conjunto para establecer políticas que fomenten el uso de biocombustibles y que promuevan la investigación y desarrollo en esta área.
Además, es crucial mantener un diálogo constante con los actores clave de la industria, incluidos los productores de biodiesel y los agricultores locales. Esto permitirá una mejor comprensión de las necesidades y desafíos del sector y la creación de políticas más efectivas y adaptadas a la realidad de Santa Fe.